Sus labios terminan de devorar los tuyos, dejándote sin palabras.
Hace apenas unos segundos, son unos completos desconocidos, pero ahora, bajo la luz de la luna, él lo es todo para ti: amigo, amante, compañero en todo lo peligroso en estas tierras de sombras y engaños.
Tú confías en él.
Él te mira a los ojos, la anticipación crece cuando tus labios están a centímetros de los suyos. Todo lo que necesitas es su respuesta, las palabras que te harían suya... para siempre.
Él sonríe con gracia y susurra:
“Te rechazo.”
Con el corazón destrozado, lo ves alejarse con su sonrisa diabólica, sabiendo que estarás destrozada por la eternidad mientras él pasa a otra que considera más digna. Poco sabe él que una corona se sienta pesadamente sobre tu cabeza. Una que te da poder, control y la oportunidad de volver a encontrarte con él.
Hoy, eres despreciada y olvidada, pero ese no será el caso para siempre. Te levantarás de las cenizas y te sentarás en el trono que él está desesperado por reclamar.
No serás una Rei
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