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Descubrir que tu madre va a casarse con un tipo rico que nunca has conocido es suficiente para hacer que la cabeza de cualquier chico de dieciocho dé vueltas. Pero para RJ Shaw, solo empeora: lo enviarán a la preparatoria Sandover para el último año. Si hay un lugar al que no pertenece un hacker inadaptado como RJ, es un internado de varones para delincuentes ricos cubierto de hiedra.
RJ sabe que su estadía en Sandover será temporal. Lo que significa que no tiene sentido hacer amigos o intentar encajar. Pero el plan para permanecer antisocial sale mal cuando conoce a una chica hermosa en el bosque del campus. Sloane Tresscott es tentación pura, con una lengua afilada y una actitud de princesa de hielo que RJ está decidido a romper. Excepto que, hay una trampa. Sloane es la única chica a la que tiene prohibido tocar.
Es la hija del director.
Menos mal que RJ no cree en las reglas. Claro, Sloane insiste en que este año va a despedirse de los chicos, pero su conexión es imposible de negar. La desea demasiado, y la conquistará aun si eso lo mata.
A menos que su exnovio lo mate primero.
Duke, el rey gobernante de Sandover, no se detendrá ante nada para deshacerse de su competencia. Afortunadamente, RJ, sin darse cuenta, hizo algunos amigos: Fenn, su nuevo hermanastro, un niño lindo con una vena autodestructiva; Lawson, autoproclamado agente del caos; y Silas, el buen chico estadounidense que en realidad no puede ser tan bueno como parece.
Si RJ quiere sobrevivir a la escuela preparatoria y ganarse el corazón de Sloane, deberá adaptarse, y rápido.
2
Ha pasado mucho tiempo desde que Casey Tresscott sintió que su vida era suya. Después del accidente automovilístico que casi le cuesta todo, está acostumbrada a los mimos de su familia y los susurros incesantes en la escuela, sin importar lo mucho que duelan. Después de todo, ha encontrado un puerto seguro en su relación incipiente con el chico de oro de Sandover, Fenn Bishop... o eso cree ella.
Debajo de la bonita apariencia fiestera de Fenn se esconde una verdad peligrosa sobre la noche en que Casey casi muere. Pensó que mentirle era lo correcto, pero cuando el secreto sale a la luz, podría perderla para siempre.
Porque Casey está harta de que se aprovechen de ella.
Aferrada al control que ha estado perdiendo, Casey finalmente explota: enfrentando a sus matones, coqueteando con los rebeldes y mujeriegos, y eludiendo los toques de queda estrictos de su padre, el director, a pesar de las consecuencias. Si espera recuperarla, un Fenn desesperado debe aliarse con su hermanastro RJ y los otros desadaptados de Sandover para descubrir la historia completa del accidente de Casey y los responsables.
Pero, ¿y si Casey ya no es la misma chica de la que se enamoró por primera vez? ¿Hay alguna esperanza para su futuro si ella se ha vuelto rebelde para siempre?