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Su obsesión se presenta ante ella, no como un australopiteco extinguido, sino como un chuchunya viviente... un abominable monstruo de las nieves que promete toda una vida de devoción en la clandestinidad...
Dra. Vera Thompson.
Estoy a un paseo en trineo de renos de la notoriedad académica y de la excavación del cadáver que catapultará mi carrera de becario junior de antropología a profesor titular. Atravesar la tundra siberiana no es para los débiles de corazón, pero con tecnología moderna como un GPS, señal de teléfono móvil y equipo de invierno para todo tipo de climas, llegaré al presunto cuerpo de Australopithecus desenterrado por el deshielo del permafrost. Un día más esquivando bolsas de gas metano bajo el hielo y mi vida cambiará para siempre...
Artyom.
Los lampiños se arremolinaron en torno al cuerpo de mi hermano como moscas de la tierra del sur. La tradición dicta que sus parientes más cercanos realicen sus últimos ritos, así que sigo la errática conducción de los lampiños desde una tierra extranjera. Si estos invasores descubren a mi clan chuchunya, temo que seamos demasiado pocos para defender nuestro territorio bajo el hielo. No comprendo por qué el conductor del trineo arroja a su pasajero al suelo, pero el cruel acto activa mis instintos de acoplamiento (dushevnayasvyaz) para calentar mi cuerpo hasta convertirlo en un infierno… la primera señal de un vínculo anímico...
Atrapado entre la lealtad al secreto de su clan y su biología, ¿cambiará Artyom a la herida Vera por el cuerpo de Denis? ¿Elegirá Vera las comodidades modernas de Ohio o se quedará en Siberia con el chuchunya que promete quererla? En un paisaje tan implacable, ¿demostrará Artyom su dushevnayasvyaz empujándola hacia una vida más fácil, aunque su marcha rompa el corazón de ambos?
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Encontré el lugar más esquivo para esconderme de la secta de mis padres, pero al reclamar mi cueva, accidentalmente permití que un monstruo de las nieves me reclamara...
Dra. Sydney Decker.
Hace seis meses, la doctora Vera Thompson desapareció en las tierras salvajes de Siberia para instalarse en una misteriosa “colonia de supervivientes” sin ubicación conocida. Puede que ella se creyera sus mentiras, pero yo nací en un grupo aislado de fanáticos religiosos y no puedo creer que Vera cayera en la misma trampa. Su débil señal de “encontrar mi aplicación de teléfono” es el salvavidas que nos separa, y no dejaré de buscarla por la gélida tundra. Mi mejor amiga me ayudó a escapar, pero ahora me toca a mí salvarla a ella.
Sergei.
La soledad amenaza mi cordura con cada rechazo en la caza anual de apareamiento. Las hembras temen mi temperamento ardiente y mi necesidad de control, en lugar de apreciar que soy el chuchunya macho más grande y feroz. Había perdido la esperanza de descubrir a mi dushevnayasvyaz o alma gemela, pero entonces ella nos encontró a nosotros. Esta temporada me encuentro rompiendo las antiguas reglas y dañando deliberadamente los rituales que tanto aprecio… a petición suya. Lo dije en serio cuando prometí reorganizar el mundo para hacer feliz a mi dushevnayasvyaz, pero ¿cuándo me pasaré de la raya?
Atrapado entre el regimentado condicionamiento del clan y el voluntarioso espíritu de su dushevnayasvyaz, Sergei debe elegir el orden que le mantiene estable o su oportunidad de un amor predestinado. ¿Escaparán al castigo por sus actos o se enfrentarán al rechazo en un lugar desolado donde la comunidad significa supervivencia? ¿Reconocerá Sydney que está traicionando a los suyos para ganarse su corazón o ignorará su vínculo por miedo a perder su independencia?
