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La libertad estaba a mi alcance... hasta el día en que el destino me la quitó...
Xanthus destrozó mi vida y me arrastró.
Al principio, para él no soy más que un premio, un objeto para vender.
Y luego me mira fijamente a los ojos y veo que el deseo se apodera de él.
Y lo temo.
Sí, una parte de mí se emocionó cuando me envió de regreso a mi habitación.
Pero este pirata alienígena es un bruto.
Una bestia.
Todo mi cuerpo tiembla cuando abre la puerta de mi habitación.
Rezo por el rescate mientras él entra.
¿Llegará a tiempo?
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