1º THE FERAL´S CAPTIVE
No hay forma de escapar de él...
El destino es una mierda.
Como cambiaformas, siempre he sabido que el destino -en la forma de nuestra diosa, la venerada Luna- tendría la última palabra en mi vida. Eso incluye todo: mi manada, mi rango, incluso mi compañero para siempre.
Y lo odio.
Quiero elegir. Quiero que mi vida sea mía, ¿y si eso me convierte en la rara de la manada? Bueno... Como delta, no es que los rangos superiores (nuestro alfa, su beta y el consejo de la manada) me necesiten mucho.
Aún así, admito que siempre me he sentido atraída por el Beta de la manada Sylvan. Cuando descubro que es mi compañero predestinado, parece que ceder a las exigencias de Luna podría no ser tan malo después de todo, hasta que me rechaza por una hembra que ni siquiera puede tener.
Porque, sí. El destino no sólo apesta, sino que tiene un retorcido sentido del humor cuando se trata de mí.
Así que eso es todo. Tengo que fingir que mi lazo roto no es un dolor constante mientras veo como mi compañero predestinado mendiga las sobras de la mesa de otra loba.
¿No es de extrañar que empiece a pasar mi tiempo libre en los bosques que rodean nuestro territorio?
No tenía miedo. Incluso con mi bajo rango, sé que doy más miedo que cualquier otra cosa que aceche en la oscuridad de los árboles. Pero me equivoqué, y cuando veo esos ojos dorados que me miran fijamente, sé que estoy metida en un buen lío.
Me llamo Quinn Malone y acabo de ser capturada por un salvaje...
2º THE BETA'S BRIDE
Hasta que la muerte los separe...
Los Omegas son preciados. Siempre lo he sabido. Al igual que crecí sabiendo que necesitaría un compañero poderoso para protegerme.
No estaba preocupada. Tenía a Bishop, mi sobreprotector hermano alfa, para cuidarme, y luego me enamoré de su mejor amigo, Weston. Un lobo beta, estaba lo suficientemente alto en el rango de la manada como para ser un buen partido. Y también me amaba.
No podía elegir a nadie mejor.
Lástima que no fuera mi elección.
Hace tres años, descubrí que estaba destinada a ser la compañera del futuro Alfa de Gravetail. Debido a su rango, no podía reclamarme como suya hasta después de que se instalara como Alfa, pero no importaba. Desde el momento en que Luna le susurró mi nombre, yo era tan buena como la prometida de Rafael. Con nuestra alianza en juego, no tenía elección.
Y eso significaba que tenía que despedirme de West.
Sólo que... él no lo tomó muy bien. Incluso después de que Luna lo bendijera con una pareja predestinada, rechazó a Quinn Malone, incluso mientras yo contaba los meses hasta que finalmente tuviera que dejar Hickory.
Es mi deber. Como Omega, no puedo permitirme el lujo de elegir a mi propio compañero como hizo Quinn, y por mucho que me duela, es lo mejor cuando West se vuelve tan frío y distante conmigo como lo es con los demás.
Debería haberlo sabido. Después de una relación amorosa de cinco años, debería haber sabido que eso significaba que tramaba algo.
Y cuando me despierto una mañana en una guarida desconocida con un anillo en el dedo y una marca en el hombro, descubro exactamente de qué se trata.
Weston Reed me ha secuestrado de nuestra manada y no me dejará marchar hasta que acepte lo que él jura que siempre ha sabido: que, con destino o sin él, estamos hechos el uno para el otro.
Esta Omega será la novia del Beta, o de ningún macho.
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