0.5 al 3.5
Vine aquí a morir. Los tres enmascarados no me dejan.
Es Halloween. Hace exactamente dos años, mi vida se hizo añicos y ahora estoy de vuelta en el lugar donde sucedió para terminar el trabajo. Esta casa debería estar vacía y abandonada.
No lo está. Me encuentro con tres hombres enmascarados que me atan y me hacen cosas sucias y excitantes en el cuerpo y el alma. ¿Truco o trato?
Al parecer son ambas cosas.
No me dejarán ir. Soy suya hasta la mañana. Huyo de ellos, pero son más rápidos y más fuertes que yo. Solo les importa que uno me haga suya.
Hasta que llega el momento de que me juzguen. Mis tres carceleros me acusan y me imponen un castigo cruel y obsceno. No hay escapatoria de la casa embrujada. No hay forma de escapar de mis captores.
Y entonces sufro, sangro, me abro y grito bajo sus hábiles manos, pero no pido piedad. Porque hay algo que me duele incluso más que el dolor lascivo que me infligen con cada toque. Tienen razón.
Merezco todo lo que me hacen.
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