Wayward hollow

 A love like christmas time

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Bienvenidos a Wayward Hollow, donde las noches de invierno se llenan de risas y de finales felices.
Cuando me mudé a Wayward Hollow, me hice tres promesas: Beber cantidades indecentes de café. Romantizar la vida todo lo posible. Permitirme, al fin, pertenecer a algún lugar.
Entonces apareció Caleb, el huraño propietario de la cafetería del pueblo, alguien que trata cualquier celebración como si fuera una enfermedad contagiosa.
Por desgracia para él, me dejó convencerle —a la fuerza— de montar conmigo un puesto de galletas de jengibre en el mercado navideño.
Es terco, sarcástico, terriblemente atractivo … y, cuanto más tiempo pasamos juntos, más destellos descubro del hombre que se esconde bajo su fachada malhumorada. Resulta que, bajo ese carácter gruñón, también hay una parte sorprendentemente dulce.
Pero justo cuando las cosas empiezan a sentirse alegres y brillantes, viejos recuerdos llaman a nuestra puerta y vuelven todo lo que está pasando entre nosotros más complicado que construir una casita de jengibre sin glaseado.
Y aún así, de alguna manera, no puedo evitar preguntarme…
¿Y si el gruñón del pueblo es el deseo navideño que ni siquiera sabía que tenía?

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