The syndicates





3



Cleo.
Mi vida no es perfecta. Ser la princesa irlandesa de Chicago no me hace ningĂșn favor. Al contrario, me pone una diana en la espalda.
Cuando me presentan para un contrato matrimonial, me siento como un animal al que llevan a una subasta.
Hasta que le conozco.
No debería sentirme atraída hacia él, pero cuanto mås me acerco, mås fuerte caigo.
Se supone que es el enemigo, ¿por quĂ© se siente como mi salvaciĂłn?
Kai.
Vivo mi vida al lĂ­mite, dejĂĄndome llevar por cada impulso y viviendo de forma temeraria. Ser el prĂ­ncipe oscuro de la Yakuza tiene muchas ventajas. Especialmente cuando te temen como a mĂ­.
Cuando mi enemigo empieza a hacer trueques por su preciada hija, no puedo evitar burlarme de ella.
Hasta que la conozco.

7


Miya.
Desde fuera, mi vida parece casi perfecta. Tengo un trabajo increĂ­ble que me proporciona un nivel de protecciĂłn que no puedo conseguir en ningĂșn otro sitio.
Salvo que debo trabajar a sus Ăłrdenes.
Kenji Ono.
Me molesta mĂĄs que cualquier otra persona que haya conocido antes.
Cuando surge una amenaza, es el primero en saltar para protegerme. La cuestiĂłn es si podrĂĄ salvarme antes que sea demasiado tarde.
Kenji.
He llevado una vida dura, pero satisfactoria. Todo eso cambiĂł cuando ella entrĂł en mi casino.
Miya Johnson.
Sabe cĂłmo pulsar cada uno de mis botones para sacarme de quicio.
Es mi empleada, lo que significa que todos los pensamientos de mi cabeza son salvajemente inapropiados. Debería mantenerme alejado de ella, pero cuando un acosador desconocido comienza a dejar regalos ensangrentados por todo Chicago, me pregunto qué secretos esconde.
Es preciosa, inocente y todo lo que deberĂ­a evitar, pero nunca he dejado que eso me detenga.
Haré lo que sea para quedårmela, porque en el momento en que mis labios tocaron los suyos, supe que era mía.


11


Lucy.
Me he pasado toda la vida luchando por cada cosa que tengo. Lo Ășnico que quiero es sobrevivir. Por eso, cuando acabo presenciando un crimen atroz, lo Ășnico que puedo esperar es escapar, sĂłlo que Ă©l estĂĄ allĂ­ esperĂĄndome. Kado. No estĂĄ dispuesto a dejar que me marche fĂĄcilmente. El fuerte y silencioso sicario estĂĄ causando estragos en mi vida y en mi corazĂłn. ¿SobrevivirĂ© a las secuelas?
Kado.
SĂłlo he anhelado una cosa: compañía. Nunca pensĂ© que la encontrarĂ­a hasta que la conocĂ­. Lucy. Es hermosa e inocente, pero no puedo dejarla marchar. La forma en que me comprende sin decir una palabra me ha convertido rĂĄpidamente en un adicto a ella. Tan rĂĄpido como me estoy enamorando de ella, ¿serĂĄ capaz de ver mĂĄs allĂĄ del monstruo que soy y amar al hombre que puedo llegar a ser?

Publicar un comentario

0 Comentarios