THE NAUGHTY LIST

 



Se casó conmigo para proteger a la familia.
Dije que sí para seguir viva.

Roman Ginetti, el matón más temido de La Corona.
Viudo. Padre soltero.
Cuarenta y cinco años contra mis veinticinco.
El doble de mi edad. Infinitamente más peligroso.

Se suponía que nuestro matrimonio era un negocio.
Vigílame. Contrólame. Mátame si es necesario.

Hasta que me pilla con el teléfono desechable en nuestra noche de bodas.
"¿A quién le escribes, Isabella?".
Su voz se reduce a un susurro letal mientras me inmoviliza contra la pared:
con una mano me agarra las muñecas y con la otra me agarra la garganta.
Sin asfixia. Reivindicando.

Debería estar aterrorizada.
En cambio, olvido todas las razones por las que debería odiarlo.

Es el monstruo que podría haber matado a mi madre.
El hombre al que todos temen.
El padre que hace galletas navideñas con su hijita.
Y la única persona que me ha hecho sentir segura.

Pero este mundo no perdona los secretos.
Ni bajo el muérdago.
Ni bajo las luces centelleantes.
Ni cuando te enamoras de tu captor.

Porque esta Navidad…
escondo algo que nos destruirá a ambos.
Estoy embarazada de su bebé.

Feliz Navidad, papá.



Tiene el doble de mi edad. El aliado más temido de mi padre.

Y el hombre en el que no puedo dejar de pensar.

Marco Calabresi no es solo un Don: es un monstruo con traje a medida.

Frío. Peligroso. Intocable.

Hasta que rompa todas las reglas y pase una noche de Navidad prohibida en su cama.

Una noche de promesas sucias y pecados susurrados.

Entonces descubro la verdad—

Él estaba planeando apoderarse del imperio de mi familia.

Así que corro.

Un año después, me arrastra de nuevo.

A su mansión.

Su protección.

Su control.

Ahora estamos atrapados juntos en una tormenta de lujuria y mentiras.

Él dice que no cree en el amor.

Pero la forma en que me mira podría quemar reinos.

Cada toque es un castigo.

Cada beso es guerra.

Y cada noche… caigo más fuerte.

Él quiere poder.

Quiero sobrevivir.

Y cuando el hombre más peligroso de la ciudad descubre mi secreto...

Llevo en mi vientre a su heredero.

Publicar un comentario

0 Comentarios