La noche de mi decimoctavo cumpleaños...
Invoco a un demonio.
Soy huérfana y me dejaron en la puerta de una refinería, Me criaron para pagar mi deuda cuando fuera mayor de edad. Vendiéndome al mejor postor.
Así que hago un contrato con un demonio...
Mi libertad a cambio de tres almas.
Pero, ¿qué pasa cuando se trata menos de las almas... Y más del demonio?
¿Qué pasa cuando ya no quiero vender mi alma sino regalarla libremente?
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