
La he estado observando. Deseándola. Acechándola.
Estoy obsesionado con la tímida e inocente barista que trabaja en mi cafetería favorita.
Ella no sabe que compré la casa frente a su apartamento para poder vigilarla.
En secreto colecciono sus pinturas y las cuelgo en mi dormitorio.
Y no dudaré en entrar a su casa para averiguar qué tipo de libros le gusta leer.
Haré lo que sea necesario para ganarme su corazón.
Como médico, conozco mi propio diagnóstico: psicópata.
No siento empatía. Apenas siento algo.
Pero mi obsesión por ella me hace sentir casi humano por primera vez en mi vida.
No puedo resistir esta... compulsión.
No puedo resistirme a ella.
0 Comentarios