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La enviaron a forjar una alianza con los letales Caballeros Oronis... y en su lugar se ve incriminada por secuestrar a su reina.
A la xenoantropóloga Kennedy Black le encanta explorar nuevas culturas con Space Corps. Todos en su vida la han dejado, así que felizmente llena el vacío con emocionantes aventuras. Cuando se le asigna acompañar al nuevo embajador al planeta Oron para un baile opulento, está emocionada de ver de cerca a los Caballeros Oronis y su cultura de honor y deber para con su Reina Caballero. Pero nunca esperó su reacción ante el frío y controlado Knightmaster Ashtin Caydor, jefe de la Fuerza de Caballeros Oronis.
Y ella realmente no esperaba un salvaje ataque alienígena que deja a la Reina Caballero desaparecida y la Tierra señalada como la culpable.
El Knightmaster Ashtin Caydor vive para proteger su planeta, su gente y su Reina Caballero. Vino de la nada, y el código de caballería es la piedra angular de su ser. Cuando la Reina Caballero Carys es secuestrada por su enemigo mortal, el feroz Gek’Dragar, se enfurece heladamente, especialmente cuando encuentra evidencia de que la Tierra y la demasiado tentadora Sub-Capitán Kennedy Black están involucrados.
Pero Kennedy promete limpiar el nombre de la Tierra ayudando a Ashtin y sus caballeros a encontrar a la reina. Mientras ella y Ashtin se embarcan en una arriesgada misión a un peligroso planeta selvático, se ven obligados a confiar el uno en el otro, y su química candente pronto es innegable. Pero el amor no puede ser una opción, no para un caballero atado sólo a su deber y una mujer cuyo corazón ya tiene demasiadas cicatrices.
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Jura traer a casa a su reina secuestrada... incluso si tiene que trabajar con el hombre que odia.
La Knightmaster Nea Laurier es dura, dedicada y vive para ser la mejor Caballero Oronis que pueda ser. Toda su vida, ha trabajado duro para estar a la altura de su prestigioso apellido. Hará lo que sea necesario para rescatar a la Reina Caballero Carys de sus enemigos, los viciosos Gek'Dragar... solo desearía que no involucrara al hombre más astuto y peligroso que conoce. Un hombre al que detestaba cuando estaban en la Academia, y un hombre al que todavía detesta: el KnightHunter Kaden Galath.
Ahora se adentra en el espacio enemigo y la única persona que le protege la espalda es un hombre en el que nunca confiará.
El Knighthunter Kaden Galath nació en la oscuridad y vino de la nada. Ser un Caballero Cazador, un espía para su gente, es el trabajo perfecto para él. Utiliza todas sus habilidades únicas y mortales para mantener a salvo a los Oronis, incluso a la hermosa, perfecta y bienhechora Knightmaster Nea. Ha jurado estar siempre
solo en las sombras... pero Nea podría ser la debilidad que nunca esperó.
Cuando Kaden y Nea se embarcan en una misión a algunos de los planetas enemigos más mortíferos, luchan codo con codo y descubren los secretos más oscuros del otro. Siguiendo el rastro que conduce a su reina cautiva, Nea y Kaden se enfrentarán a la batalla más peligrosa hasta el momento, y a una pasión ardiente que los engullirá a ambos.
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Una reina y su guardia con cicatrices de batalla huyen en un planeta alienígena... con un enemigo implacable persiguiéndolos.
La Reina Caballero Carys de Oron vive una vida de deber hacia su gente y su planeta. Después del asesinato de sus padres, trabajó duro para convertirse en una líder justa y dedicada. Nunca esperó que el cruel Gek’Dragar la secuestrara y la encerrara en una prisión de montaña, pero tener a su guardia principal a su lado lo hace soportable. Sten, mayor y lleno de cicatrices, es el deber personificado, el único hombre en el que siempre ha podido confiar. También es el único hombre al que ha amado, aunque nunca se lo haya dicho. El Guardia Caballero Thorsten Carahan ha jurado proteger a su Reina Caballero y vive y respira seguridad. Trabaja duro para concentrarse en su deber y no en la reina demasiado joven, demasiado hermosa y demasiado amable que está fuera de su alcance. Pero ahora han escapado de la prisión de su enemigo y están huyendo en un planeta peligroso. Cuando se enteran de que los Gek’Dragar han creado un arma letal para usarla contra los Oronis, Sten sabe que debe llevar a Carys a casa. Pero con el peligro a cada paso, las líneas se vuelven borrosas. Al depender únicamente el uno del otro, el vínculo de deber y respeto de Carys y Sten se enreda con el deseo y la necesidad prohibidos. A medida que la pasión estalla, ya no podrán negar su conexión y descubrirán hasta dónde están dispuestos a llegar por su gente... y por el otro.
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