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Sólo la curiosidad más maldita podía obligar a Fredrick Smith a buscar la verdad sobre el padre que le abandonó. Y sólo una tormenta torrencial podría obligarle a parar en una posada de camino. Pero qué tesoro encuentra allí: una belleza de pelo negro cuya monótona vestimenta no puede disimular su latente sensualidad. Y pronto la necesidad más apremiante de Fredrick es derretir la gélida reserva de la señora Portia Walker, y hacerla sonreír, suspirar y gritar de placer...
Y un beso que tentaría al diablo...
Desde el momento en que Fredrick entra en la posada de Portia -la ropa mojada pegada a los músculos lisos, los rasgos angelicales, los ojos grises brillantes-, ella es plenamente consciente del peligro que representa. Portia estuvo a punto de arruinarse una vez y juró que ningún hombre volvería a controlar su destino. Pero las promesas no son rival para un deseo que podría ser pura locura... o la dicha más exquisita...
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La ilegitimidad no es un obstáculo para Ian Breckford. Guapo y encantador, se haya abierto camino en las camas de la sociedad más exclusiva de Londres. Sin embargo, esta placentera existencia últimamente le ha parecido un poco aburrida, algo que pronto se remedia con una visita a la finca de su padre, donde su tía ha adquirido una nueva y encantadora compañera. Mercy Simpson puede ser tímida, pero también es astuta y testaruda, especialmente cuando persuade a Ian para que la libere de su inocencia...
La llegada de Ian ofrece a Mercy la oportunidad de vivir una aventura sensual y desinhibida antes de volver a su vida de solterona. La extraordinaria habilidad de Ian es todo lo que ella había soñado que un amante podría ofrecerle... y todo lo que nunca podría esperar conservar... a menos que su descarada seducción pueda encender una pasión verdadera y duradera...
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Hasta un libertino puede creer en los milagros...
Raoul Charlebois tiene mala fama. Ha abandonado su vida salvaje para buscar respuestas a su oscuro pasado, pero eso no impide que su reputación de vividor le siga allá donde va. En este caso, le sigue hasta la puerta de la cabaña de un guardabosques, donde reside la bella, optimista e inocente Sarah Jefferson. En todas sus andanzas, nunca había conocido a una mujer como ella... y eso la hace aún más tentadora...
Al principio, Sarah no tomará parte en lo que el devastadoramente apuesto visitante quiera en la finca… hasta que se da cuenta de que lo que él quiere es a ella. A medida que la nieve cae a su alrededor, Sarah descubre que el embriagador aroma de las hojas perennes puede resultar increíblemente seductor. Y tal vez haya algún atisbo de bondad en Raoul que se esconda en lo más profundo de su ser. Después de todo, la Navidad tiene una forma de reunir a las almas perdidas...
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