Para llegar a él, tengo que usarla a ella.
Jugaré con ella como si fuera un violín y la tendré enamorándose de mí, incluso antes de que sepa lo que está pasando.
Será fácil. Lo he hecho antes y lo haré de nuevo.
Sólo es una niña.
Una herramienta para conseguir lo que quiero.
Cuando termine con ella, no lo pensaré dos veces antes de alejarme.
Al menos, eso fue lo que pensé.
Hasta que la conocí.
Él me subestimó. La chica con el pelo rojo y ojos verdes. Pero yo también lo subestimé. Ambos somos buenos en lo que hacemos. Juntos, somos imparables. Pero tendré que tener cuidado. La última vez lo engañé y no va a tomar la traición a la ligera. Tendré que cuidar mi espalda... y mi corazón.
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